martes, 21 de mayo de 2013




La ovinocultura es una actividad que ha estado vigente en el sector agropecuario en Colombia y se ha mantenido tradicionalmente gracias a que la oveja es una especie que responde en producción aceptable, teniendo en cuenta que su manejo se ha mantenido con poco o ningún nivel de tecnificación. Las explotaciones ovinas en su mayoría han prevalecido bajo un sistema de producción extensiva, en el cual los animales permanecen juntos en rebaños todo el año, restringiendo su manejo a recoger los animales para protegerlos de robos y ataques de otros animales y al sacrificio eventual para comercio local. Otras explotaciones tienen como principal producto la lana, dejando la carne en segundo lugar. Como resultado de este deficiente manejo se puede observar un grave problema de consanguinidad en los rebaños, notoria disminución de la producción de carne, pérdida de material genético valioso, sacrificio de hembras aptas para reproducción y aspectos de mercado completamente desenfocados de la realidad actual. Gracias al interés que ha despertado la especie, la perspectiva de negocio y al impulso de varias organizaciones en mejorar eficientemente la ovinocultura orientada hacia la producción de carne, se puede afirmar que esta actividad será sin duda una de las de mayor desarrollo y generará fuentes de recursos y permanencia en el campo, constituyéndose como una de las especies con mayor futuro para el sector pecuario en Colombia. MITOS ACERCA DE LA PRODUCCION Históricamente la oveja ha acompañado al pequeño productor en Colombia, situación que le ha favorecido porque es una fuente de ingresos y alimento a su familia. A pesar de ello, en ciertos sectores goza de mala reputación debido al mal manejo que ha recibido y al desconocimiento de la especie. En algunos casos se ha asegurado que la oveja desgasta los suelos haciéndolos infértiles, debido principalmente al mecanismo de captura de alimento y a la baja ividad de fuentes de comida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario